miércoles, 30 de noviembre de 2016

Frederick E. McWilliam: El cuerpo y sus (no) partes.

"Matriarch" (1935) madera de cerezo

Hace unos días se subastaron en Sotheby’s, en Londres, obras de arte que pertenecieron a David Robert Jones (David Bowie). 

De entre las casi 500 piezas del extraordinario catálogo, había tres esculturas de Frederick Edward McWilliam (1909-1992), entre ellas un modelo preliminar para su “Princess Macha”, escultura que representa a la fundadora de uno de los primeros hospitales que se conocen (300 a.C.) de Irlanda, llamado “Broin Bearg” o “Casa del Dolor”.


Nacido en Banbridge (Irlanda del Norte actualmente), Frederick E. McWilliam (“Mac” para sus allegados) estudió en el Belfast College of Art (1926-1928) y en la Slade School of Art, ya en Londres. 
Pensaba dedicarse a la pintura, pero la influencia de su profesor, escultor y  Jefe del Departamento de la Slade, A. H. Gerrard, le decidió.

En sus años de estudiante conoció a Henry Moore a través de su amigo y también escultor George MacCann, alummno de Moore en el Royal College of Art, y ya una figura artística a nivel internacional.

Tras graduarse, recibió la Robert Ross Leaving Scholarship, con la que viajó a París a comienzos de la década de los años treinta, junto con su esposa, la pintora Beth Crowther.

Musée de l'Homme, Paris 

En París contaron con un studio en la Porte D'Oléans, y conocieron a otros artistas europeos como Ossip Zadkine, Constantin Brancusi, Alberto Giacometti y Jean Arp.

Pero la estancia no fue duradera: La caída de la libra esterlina entre 1932 y 1933 les hizo regresar a Inglaterra, alquilando una casa en Chartridge, Buckinghamshire.

Es entonces cuando comienza a tallar la madera con más rigor, especialmente la de cerezo de la zona, influenciado por las visitas al Museé de l’Homme, de París, y sus exposiciones de arte primitivo africano, experimentando con la representación de la figura humana.

Arte africano y Oceánico, exposición en la Pigalle Theater Gallery, 1930 
(French Society of Photography, París)


En 1936, asistió a la Exposición Surrealista Internacional de Londres; este viaje influyó notablemente en la concepción de su obra posterior. 

Se uniría al British Surrealist Groupproduciendo piezas en piedra como "Eye, Nose and Cheek" (1939), que constituyen una valiosa aportación a la escultura surrealista.



En la International Surrealist Exhibition, Londres (1936)
Diana Brinton-Lee, Salvador Dalí (con traje de buzo), Rupert Lee, Paul Éluard,
Musch Éluard y ELT Mesens © Tate Archive

Durante la Segunda Guerra Mundial permaneció en Inglaterra, analizando fotografías de reconocimiento aéreo, hasta el periodo 1944-1946, en el que fue destinado a la India. 
Enseñó dibujo y escultura en Bengala, y ya en Londres (1947), en la Chelsea School of Art, hasta que su antiguo profesor A. H. Gerrard, le invitó a dar clase en la Slade School of Art, donde fue profesor hasta 1968.

Ya establecidos en Londres, en Holland Park, y a partir de la ejecución de “The Four Seasons” para el Festival de Gran Bretaña (1951), en las décadas siguientes continúo con encargos de administraciones públicas, como “Princess Macha” (1957), para el Altnagelvin Hospital, en Londonderry.

"Princess Macha" (1957), Altnagelvin Hospital, Londonderry 
Fotografía: Louis Price (geograph.org.uk)


"Kneeling Girl II" (1971) bronce


















El 4 de marzo de 1972, como consecuencia de la explosión de una bomba en Belfast, en la Abercorn Tea-Rooms, murieron dos mujeres. Hubo 130 heridos, y dos mujeres perdieron las piernas. 
Fruto de la reflexión sobre esta tragedia fue la creación de una serie de pequeñas esculturas de bronce, conocidas como “Mujeres de Belfast”.
"Mujeres de Belfast" (1972)
Colección Wolverhampton Art Gallery sobre el tema del conflicto
Imagen: www.artfund.org



Frederick E. McWilliam recordaba con afecto su infancia en la rural Banbridge:
“Creo que fui afortunado de haber nacido donde nací (...)  En la puerta siguiente a la nuestra, estaba Carson "El Tonelero", que hacía barriles, y por supuesto solíamos escondernos en ellos.
Los hacían en la calle, "porque Newry Street, donde nací, era una calle ancha, y la gente trabajaba en ella. Entonces había una tienda que vendía muebles (...)" Los hacían "detrás de la tienda… Me encantaba ir y mirarles.”


 "Daphne into laurel" (1982)


En la página web de la Royal Academy of Arts, hay apenas unas líneas biográficas sobre Frederick Edward McWilliam. 
Recuerdan que renunció, como protesta, a ser miembro de esta Academia cuando la Comisión correspondiente rechazó una pintura de William Gear. Era 1963. Volvería a ser reelegido tres años antes de su muerte.


"Crossed Legs" (1978)
Colección Ulster Museum


La Tate Gallery organizó una retrospectiva de su obra en 1989.

Según la Dr Denise Ferran, pintora y Presidenta de la Royal Ulster Academy of Arts, le gustaba trabajar con materiales naturales, y nunca utilizó aprendices o asistentes para finalizar sus obras o ejecutarlas a mayor tamaño partiendo de una maqueta.

Continuó esculpiendo hasta casi el final de su vida, en 1992; en la última década, volvió a trabajar con madera.


The Judo Players (bronce)



Enlaces de interés:

Página de F.E. McWilliam Gallery and Studio:

viernes, 4 de noviembre de 2016

Wilfred Owen: "Si tú también pudieras, en tus sueños..."



Wilfred Owen murió al amanecer del 4 de noviembre de 1918.
Tenía 25 años.

Poeta desde muy joven, estudiante con esperanzas sin beca, ayudante de vicario decepcionado y hombre religioso desalentado; profesor de inglés explotado en Burdeos... La Primera Guerra Mundial significó "el punto de giro" de su vida.

Paradójicamente, las trincheras le otorgaron los contactos necesarios para dar a conocer su poesía, con un cambio de estilo, escenarios y temas muy marcados y propios en apenas unos meses.

Leyó sus poemas entre las paredes del Salón Dorado de Robbie Ross, el amigo incondicional de Oscar Wilde que recogió a su muerte cualquier vestigio de su producción literaria -incluidas falsificaciones-, para constituir un "trust" que entregó a los hijos de Wilde, Cyril y Vyvyan. 

Cyril también moriría en la guerra; como el propio Wilfred, considerado emblema poético de su generación, previa a las Vanguardias; uno de los tres mejores poetas de ella, junto a Charles Sorley y Isaac Rosenberg -que tampoco sobrevivieron- en palabras de Robert Graves.

Wilfred trataba de atravesar el Canal de Oise-Sambre, cerca de la frontera belga, cuando se cree que una ráfaga de ametralladora desde la orilla contraria le acribilló; faltaba una semana para el 11 de noviembre, fecha en la que se firmó el Armisticio con el que concluía la guerra.

Ese verano había terminado lo mejor de su producción poética; su "Dulce et decorum est", cuya parte final dice

Si tú también pudieras, en tus sueños,
caminar tras el carro adonde lo arrojamos
y ver cómo sus ojos se marchitan,
ver su rostro caído, como un demonio hastiado;
si pudieras oír con cada sacudida
cómo sale la sangre de su pulmón enfermo,
obscena como el cáncer, amarga como el vómito
de incurables heridas en lenguas inocentes,
amigo, no dirías entusiasta
a los muchachos sedientos de una ansiosa gloria
esa vieja mentira: Dulce et decorum est
pro patria mori.

(Traducción de Gabriel Insausti)


Como escribió en el Prefacio a la primera edición de sus poemas, que nunca vio, los poetas sólo pueden avisar.


Fotografía: Canal de Sambre-Oise, en Ors (Francia). The Wilfred Owen Association (http://www.wilfredowen.org.uk/).